top of page

Cambios en la mujer menopáusica


EFECTOS SEXUALES EN EL ENVEJECIMIENTO DE LA MUJER

WILIAM MASTERS, VIRGINIA JOHNSON, ROBERT KOLODNY


Los cambios son menos visibles y predecibles que en el varón. De modo general estos cambios son motivados por la depleción hormonal en la posmenopausia sobre todo por el descenso de progesterona además de los efectos neurológicos y circulatorios propios del envejecimiento.

El cambio fisiológico más impactante para la mayoría de las mujeres es la disminución y/o la lentitud de la lubricación vaginal, se asemeja a la DE del varón ya que este proceso se debe al menor aflujo sanguíneo a la región pélvica.


Esta menor lubricación no es un impedimento para mantener una relación sexual, pero muchas veces puede convertirse en un problema, ya que puede ocasionar dolor o exceso de sensibilidad durante el coito. Siendo a veces motivo de tensión y un problema si la pareja siente que la mujer no está excitada ni interesada, cuando en realidad si lo están.


También pueden existir cambios físicos y anatómicos que ocasionen molestias como la perdida de la elasticidad y una mucosa vaginal más fina por disminución de la vascularidad (color más pálido) provocando a veces atrofia vaginal (acortamiento); pudiendo generar todos estos cambios mayor tendencia al sangrado vaginal intracoito, irritabilidad, infecciones y dispareunia (dolor con la penetracion).


Por el contrario el clítoris no padece estos efectos del envejecimiento. Se ha asociado a la posmenopausia como el momento donde se consigue más rápido los orgasmos, se cree que este cambio se da más por factores psicológicos (ausencia de preocupación de embarazo) que a cambios fisiológicos.


Aunque la capacidad de tener orgasmos no declina, la intensidad de los mismos no es la misma ya que hay alteraciones a nivel neuromuscular asociado menor aflujo sanguíneo pélvico y quizás cerebral.


El envejecimiento no parece tener un efecto predecible sobre el interés sexual femenino.

La libido depende más de los niveles de andrógenos que de estrógenos. La producción de estos últimos en su mayoría dependen de la conversión periférica y por las glándulas suprarrenales, con solo una producción mínima a nivel de los ovarios, por lo tanto el cese de la función ovárica tras la menopausia no afecta de modo significativo los niveles de andrógeno que llegan hasta los centros cerebrales que controlan el impulso sexual. De todas maneras algunos médicos o sociedades científicas abogan por el tratamiento con testosterona a dosis bajas evitando así los efectos indeseables (crecimiento de bello facial, agrandamiento de clítoris etc.)


Está claro que la reposición con estrógenos durante el climaterio y la posmenopausia ayudan a preservar la integridad del tejido vaginal, la resequedad y evita los cambios atróficos. Además de los beneficios sexuales también previene la osteoporosis y así las posibles fracturas, disminuye 40 veces el riesgo CV siendo así considerada la progesterona como un cardioprotector.


¿Por qué no se usa indiscriminadamente si son tan beneficiosos?


En contrapartida a los beneficios anteriormente comentados la terapia con reposición de estrógenos aumenta notablemente el riesgo canceres hormono dependientes principalmente mama y endometrio.


Más allá de los cambios fisiológicos la posmenopausia está influida también por factores psicológicos y socioculturales:


Mujeres que han mantenido relaciones sexuales con el fin de complacer a su pareja o como parte de su responsabilidad obteniendo poco o nulo placer recurrirán a la abstinencia sin problemas.


Más aún si las mujeres experimentaron el sexo como un hecho desagradable o se presentaron apáticas al mismo buscaran la *vejez asexuada*. Por lo contrario mujeres y/o parejas que tuvieron una vida sexualmente activa placentera tienden a continuar con vidas sexuales activas y satisfactorias. No solo continúa la vida sexual sino que puede incluso mejorar: amplio repertorio de técnicas de seducción (dado por mejor disponibilidad de tiempo y mayor experiencia), mayor relajación y libertad al no existir la preocupación del embarazo ni interrupciones por parte de los hijos.

7 consejos para disfrutar plenamente el sexo en la menopausia


  1. Lleva un estilo de vida saludable: Realiza ejercicio y procura una alimentación balanceada, mejora tu autoestima y reduce el riesgo de padecer trastornos de la menopausia que influyen negativamente en tu vida sexual como la sequedad vaginal

  2. Ejercita tu vagina: Los ejercicios de Kegel mejoran la fuerza y el tono muscular de esta zona, se indican para la pérdida de flexibilidad y la atrofia de los tejidos vaginales que se producen a consecuencia de la menopausia.

  3. Sal de la rutina: Planea una cena romántica, reserva una habitación de hotel, prepara un baile exótico, etc., el límite es tu imaginación. De esta forma, reenciendes la pasión y mejoras tu vida sexual.

  4. Platica con tu pareja: La comunicación en una pareja es fundamental, sobre todo cuando se producen cambios físicos o psíquicos. De esta forma, la otra persona puede entender lo que sucede en tu cuerpo y ayudarte a solucionar cualquier problema.

  5. Compra juguetes sexuales: Visita un sex shop y añade a tu vida sexual un poco de diversión. También puedes encontrar un lubricante que se adapte a tus necesidades y olvidarte de la sequedad vaginal, síntoma frecuente de la menopausia.

  6. Se creativa: El sexo no es sólo coito, existen muchas formas de conseguir placer. Puedes intentar con técnicas de masturbación, sexo oral, masajes y literatura erótica para consentir a tu pareja.

  7. Olvídate del pasado: Muchas veces la pérdida del apetito sexual tras la menopausia se debe a la existencia de problemas con la pareja. Si es tu caso, habla con tu pareja de aquello que te molesta y de cierta forma te lastima. De esta forma mejoras la comunicación y tu vida sexual.

La menopausia es un proceso natural de la mujer y como tal debes de vivirlo, no es una enfermedad ni mucho menos una limitante para seguir disfrutando de una vida sexual plena.

Dr. Nicolás González Gardiol

logo6.png
bottom of page